Ultimamente venimos detectando un cierto grado de persecución hacia algunos maestros, y consecuentemente tambien directores, Conselleria de Cultura y Educación y compañía de seguros, por hechos sucedidos en el colegio y que sin embargo quedan fuera de la esfera de responsabilidad directa del maestro.

                        Se están detectando sentencias de los Tribunales y actitudes de estos, tendentes a sancionar todo tipo de actuaciones activas o pasivas independientemente de que hayan causado o no algún daño hacia algún alumno.

                        Vemos que incluso hechos totalmente fortuitos, o ejercicios que no se pueden calificar de riesgo, se toman en cuenta a la hora de dictar sentencia, recayendo sobre el maestro una responsabilidad, fruto de una especie de operación matematica, e incluso alcanzando dicha responsabilidad a la del Director del centro, a la de la Conselleria de Educación y a la de la compañía de seguros de la Conselleria de Educación.

                        Estos hechos me recuerdan la escalada de persecución que, de unos años a esta parte, empezaron a sufrir los médicos en general por actos propios de su profesión, y errores médicos que en ningún momento eran causa de perjuicios y que ni siquiera se podían calificar de error.

                      Esa persecución de los profesionales de la medicina llevada a cabo por personas sin escrúpulos que lo único que pretendían era el resarcimiento económico de unos presuntos perjuicios inexistentes, y la persecución por ende de la indemnización de la compañía de seguros, parece ser que se está gestando contra otros profesionales, entre los cuales están los maestros y profesores en general.

                       En el caso de que esta actitud siga extendiéndose y las sentencias tengan el contenido de las ultimas que se están viendo, nos encontraremos ante una feroz persecución de los profesionales de la educación, que tendrán que ampararse en la legitima defensa de no hacer ningún tipo de ejercicio o no mantener ningún tipo de actitud que suponga el mas mínimo riesgo para los alumnos, con lo cual no haremos mas que añadir un nuevo escollo para que la vocación del maestro y la calidad de la enseñanza siga bajando grados en el termómetro de la educación.-