El hecho de que los dos grandes partidos reconozcan los graves problemas que aquejan al sistema educativo español y consideren viable la posibilidad de llegar a acuerdos en aspectos concretos constituye una buena noticia para todos, aunque no lleguemos a alcanzar de momento el gran pacto de reforma del sistema educativo que hubiera sido deseable. Parece que el consenso sobre educación va a incidir sobre aspectos importantes: el aumento de la financiación; la flexibilidad que necesita imperiosamente la enseñanza secundaria; el impulso de la formación profesional; la intención de propiciar una cultura del esfuerzo y la exigencia; la declaración de apoyo a la figura del profesor y el compromiso de lucha contra el fracaso escolar. Desde ANPE hemos venido demandando desde hace mucho tiempo estas medidas, aunque para determinar el acierto de las actuaciones habrá que esperar a su desarrollo. Sin embargo, hemos demandado también otras muy importantes que parecen quedar fuera de este principio de acuerdo. No podemos olvidar aspectos como la vertebración y cohesión del sistema educativo - un asunto de enorme calado que afecta no sólo a las enseñanzas sino a la posibilidad del Estatuto Docente, que el Ministro ha anunciado en su comparecencia incluyendo el reconocimiento de la autoridad del profesor - y la mejora de la convivencia. Si se consiguen acuerdos sobre los aspectos marcados ahora, quedarán por hacer todavía muchos cambios fundamentales, pero la realidad de las aulas nos obliga hoy a todos a ser responsables y pragmáticos. Estos acuerdos son un primer paso pero los caminos comienzan siempre por pasos pequeños y poco a poco la educación debe ir convirtiéndose en objetivo prioritario, como tiene que ser para cualquier sociedad avanzada. Por eso ANPE considera positiva la viabilidad de estos acuerdos que pueden sentar un precedente de consenso en educación y, desde luego, continuará demandando la reforma en profundidad que a nuestro juicio necesita el sistema educativo.