Presentación La educación infantil está concebida como una etapa única, organizada en dos ciclos que responden a una intencionalidad educativa, no necesariamente escolar, que obliga a los centros a contar desde el primer ciclo con una propuesta pedagógica específica. Tiene un carácter voluntario y su finalidad es la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños. Al igual que para el resto de los niveles, el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte y las administraciones educativas han establecido un currículo con los objetivos y contenidos de esta etapa que va a ser el punto de referencia para el establecimiento del marco de esta evaluación. La elaboración de este marco va precedida de una profunda reflexión sobre el currículo por parte de expertos que va a tener como finalidad la construcción de instrumentos de evaluación, de modo que los resultados que se obtengan permitan la toma de decisiones basada en hechos, tan objetivos como sea posible, relativos a los resultados logrados por los alumnos de esta etapa educativa. Los hechos antes mencionados no tienen identidad en sí mismos, sino que se basan en informaciones cualitativas y cuantitativas que se obtienen de la aplicación de los instrumentos que se validan en este estudio piloto. Las informaciones cualitativas, y más aún las cuantitativas, tienen una dificultad añadida que está relacionada con la edad de los alumnos. Es necesario señalar que es prácticamente imposible explicar de forma completa los resultados de los alumnos dado que los factores determinantes son múltiples y externos, en buena manera, a la escuela. No obstante, ello no constituye una razón suficiente para renunciar a la reflexión y a la evaluación. Un ejemplo de ello es este estudio piloto que, además de demostrar que se han elaborado unos instrumentos válidos para llevar a cabo una evaluación rigurosa,señala algunas tendencias que posiblemente pueden confirmarse en el estudio definitivo.