Con la asistencia de más de trescientos profesores, padres, empresarios y autoridades públicas, se ha clausurado el Congreso, Jornada Continuada, una opción de autonomía de centro, organizado por ANPE Tarragona. Durante los pasados días 4 y 5 de mayo se han celebrado unas jornadas de trabajo para debatir sobre la jornada escolar en los centros educativos de Cataluña. En las mismas se ha puesto de manifiesto que no tienen por qué coincidir el horario del centro, del alumnado y del profesorado, siendo necesario romper con el tópico y con la imagen de identidad que tradicionalmente ha existido con respecto a tres tipos diferentes de jornada. Así, los horarios de funcionamiento de los centros públicos deben ser tratados dentro de un contexto global de jornada escolar, diferenciando el del centro, el del profesorado y el del alumnado, de manera que las actividades lectivas se desarrollen en jornada continua de mañana, y en el resto del horario de apertura se lleve a cabo una programación extraescolar, acorde con las características propias del centro educativo, con los intereses y capacidades de los alumnos y del entorno socioeconómico. Las diferentes Leyes educativas: LOGSE, LOCE y LOE han puesto de manifiesto, en varios de sus artículos, la necesidad de “fomentar la autonomía pedagógica y organizativa de los centros”. Desde ANPE defendemos un proceso par la implantación de la jornada única adecuado, transparente, participativo y con garantías democráticas; un acuerdo favorable de toda la comunidad educativa, en los diferentes sectores, para implantar el modelo de jornada continuada en aquellos centros que lo deseen. En este sentido, el Consejo Escolar del Estado ya se ha pronunciado sobre la jornada continuada, reconociendo el derecho de las comunidades educativas a establecer el tipo de jornada escolar. Estamos ante una cuestión de política educativa que debería ser regulada por ley. Se ha constatado que en los centros que tienen implantado este modelo de jornada se infiere un alto grado de satisfacción de toda la comunidad educativa, porque no se trata de una reducción de la jornada escolar del alumno (25 horas lectivas), sino una ampliación de la misma con actividades educativas, dirigidas por monitores cualificados.